Excursión Cami Senyora – Cami Font Soleia – Font de la Tartana

Por Cocarutas

Hoy voy a intentar pagar una deuda, bueno más bien un deber que me había propuesto, tal vez porque soy un poco previsor, siempre dejo algo que hacer para el día siguiente, esta vez se me fue el santo al cielo, liado en mis elucubraciones, o dejado llevar por la apatía de este año de pausa obligada, el caso es que quería mostrar mi agradecimiento al grupo de caminantes de la Mola, desde hace unos dos años que me dejaron compartir sus caminatas por esta fantástica montaña, nada me pidieron a cambio, desde el primer día me sentí uno más, cierto que soy un tanto temporal, mi ansia viajera hace que no pueda parar mucho tiempo en un sitio, deambulo por toda España tratando de almacenar en mi mochila, los preciosos paisajes, experiencias aventureras, nuevas culturas, nuevas gastronomías, ríos cristalinos, visitas a amigos para llenarme de abrazos, siempre con los brazos abiertos a nuevas amistades.

Me siento afortunado, allá donde voy siempre encuentro algún amigo alguna experiencia nueva, algo que llama mi atención y no puedo pasar de largo, a veces compartir una cerveza con un amigo, una charla, aventuras vividas, todo hace que poco a poco los buenos momentos, los sentimientos de cariño recibido, se cuelan a través de los sentidos hasta el interior, cuando tienes el saco repleto te dan esa fuerza vital que repone y da sentido a continuar caminando por el camino de la vida, cuando me tomo un respiro y me encierro en mi casa a través de las redes, cuento con el aliento de mis amigos internautas, también vosotros me dais vida, en el nuevo año trataré de conservar mis amistades para seguir siendo feliz.Cuento con todos vosotros, os necesito para que mi vida siga teniendo sentido, no espero que la vida sea justa, pero lucharé para que sea lo más parecido.

Este domingo acepté el reto de estos amigos caminantes, la intención era buena, se trataba de caminar por la cintura de la Mola, Salimos de la Font de la Tartana, Masía can Torres, Morral de la Codoleda, Cami de la Senyora, Cami de la Soleia, unos diecisiete, Km. empecé a caminar lentamente algo rezagado de los demás, como si estuviera empezando una nueva vida, se de sobras que hacen falta las fuerzas para subir los últimos tramos, unas seis horas de caminata con las debidas pausas para descansar y reponer fuerzas, mientras contemplábamos el hermoso paisaje, hoy algo deslucido por la calima, el caso es que éramos pocos pero bien avenidos, siempre atentos cuando alguno flaqueaba, nunca faltaba una mano para ayudar a superar los obstáculos que el camino nos ponía, sigo sin saber el por qué, pero en esta montaña siempre encuentro la paz para poner en orden mi existencia.

Gracias amigos caminantes, hoy ha sido un día especial, tal vez por ser menos también ha sido la relación más cercana, antes de retornar me quedé tomando una cerveza para reponer los líquidos sudados, mientras saboreaba las mieles de un día fantástico, repasé todo el recorrido mentalmente, casi cada paso para meter en el rincón de mis buenos recuerdos, tómense un merecido descanso y empiecen a programar la siguiente, siempre que pueda trataré de acompañaros, si los días en la Mola siempre son especiales, acompañado de tan buenos caminantes el éxito está asegurado.

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